ESTE BLOG ESTÁ DEDICADO A MI FAMILIA: EN EL HAY RETAZOS DE MI VIDA QUE ELLOS NO CONOCÍAN Y QUE NO QUIERO QUE SE QUEDEN EN EL OLVIDO, PUES OLVIDAR ES MORIR.
ESPERO VIVIR SIEMPRE EN LA MEMORIA DE LAS PERSONAS QUE AMO.

miércoles, 30 de abril de 2014

LA LITURGIA DEL TOREO



                          LA LITURGIA DEL TOREO 1ª PARTE
                      CHARLAS CONMIGO MISMA
Ya sé, que hay mucha gente a la que no le gusta la fiesta de los toros, y dicen que es una barbarie y mil cosas más.
Yo discrepo y digo, quien habla así es porque no conoce el mundo del toro de lidia ni la liturgia del toreo. El toro es el animal más bello y poderoso de la tierra, se cría rodeado de atenciones y su vida es por, y para la fiesta, sin ella, no  existiría  ese animal tan bravo y bello.
Yo respeto las creencias de la gente, pero también pido que respeten a los que nos gusta esa fiesta y no hagan tanta demagogia sobre ella.
Ysi quieren hablar de barbarie, solo tienen que visitar un matadero...
La fiesta tiene su liturgia, y es hermosa tanto antes de la corrida, como en toda la lidia: es una lucha a muerte entre toro y torero, la fuerza contra la inteligencia y el arte, en ella se conjuga la belleza y la estética, belleza del toro, y estética del torero. Todo lleva su “tempo” y su arte...
Ya en el Hotel, el mozo de espadas va acomodando en una silla la ropa que el matador ha de vestir por la tarde; con sumo mimo, va dejando calzoncillos largos, camiseta, camisa, medias blanca de lino, y otras de color rosa, faja y corbatín, tirantes, taleguilla, chaleco, chaquetilla, castañeta, montera y capote de paseo, que siempre se coloca en el respaldo de la silla con el forro hacia fuera.
Terminado esto, el mozo de espadas, se ocupara de la comida del maestro (que debe ser ligera) un poco de caldo una tortilla a la francesa y fruta.
Llegados a la plaza, las fotos de rigor con los admiradores que casi no les dejan entrar en el callejón: primera visita, sin dudar a la capilla, donde cada diestro reza a su imagen predilecta o de su devoción. Luego en el patio, el ritual de colocarse el capote de  paseo con toda la parsimonia  necesaria, montera calada hasta los ojos, y el mozo de espada, estirara si hay alguna arruga para que todo este impecable para el “paseíllo”
Suena el clarín anunciando que la plaza está despejada y el torero junto a su cuadrilla  salen al ruedo con paso ceremonioso y pausado. Detrás los picadores con sus cabalgaduras bien pertrechadas, todos saludan al presidente que en su palco, lleva la batuta de la corrida.
De nuevo suenan clarines y timbales, y se abre el portón de los sustos de donde sale un bello toro dispuesto a vender cara su vida, y no se lo va aponer fácil al torero; sus afilados pitones son su signo de identidad y van avisando de lo que pueden hacer...
De rodillas ante la puerta de chiqueros, el torero lo recibe con una larga cambiada, demostrando su valentía y diciéndole al toro que venderá cara su vida.  Llegada la suerte de varas, salen a la plaza los “montados” o picadores, que son los encargados de amoldar la embestida del morlaco para hacer que la “faena” sea todo lo pura que los cánones mandan. Luego en el ruedo solo el toro y el torero se medirán la fuerza, la inteligencia y la bravura, formaran un nexo y nos dejaran ver ese gran espectáculo llamado toreo.
Otro día, seguiré hablando conmigo misma, sobre la liturgia del toreo. pues hay mucho que contar sobre el arte de Cuchares...




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